jueves, 8 de mayo de 2008

Jesucristo ¡ES! El Rey Venidero

¡La belleza de un futuro hogar y esperanza!

Jesús habló acerca de Su segunda venida – Su regreso literal y físico a la tierra (Mateo 24:1-51). Momentos antes de Su ascensión, así como durante Su ministerio, El dijo que hasta El volviera Su cometido era de que todos nosotros, como discípulos, debemos extendernos a todas las personas en la tierra – “brindándonos” en Su nombre (Hechos 1:8; Mateo 28:18-20; Lucas 19:11- 13). El dijo que cuando El regrese, todos los que le sigan serán “levantados de la tierra” (1 Tesalonicenses 4:17), para estar con El para siempre en el cielo (Juan 14:1-3; 1Corintios 15:51-55), y que El también juzgaría al mundo (Hechos 17:30, 31). Tales promesas que nos incitan a estar preparados y a la expectativa de Su retorno.(2 Timoteo 4:8; 2 Pedro 3:10-13). Por ende, el “Evangelio Cuadrangular” se puede resumir en su belleza y balance, existiendo una razón de su fuerza y estabilidad, y de su belleza y equilibrio.


Jesucristo ¡ES! Quien Bautiza


¡La belleza de una divina capacitación!

“EL os bautizará con el Espíritu Santo,” describe el tercer distintivo ministerial de Jesucristo (Juan 1:33). Su intención para nosotros, quienes le seguimos, no es sólo de creer y recibir Su salvación y salud, sino de que podamos esparcir esa verdad y esperanza dondequiera que vayamos (Marco 16:15-20). Su poder y habilidad son necesarias en nuestras vidas. En el bautismo con el Espíritu Santo Jesús se derrama en el alma de todo aquel que se lo pide; dándonos “poder de lo alto” (Lucas 24:49), “derramando ríos de aguas vivas en nuestro interior” para fluir Su amor, gracia y poder a los demás (Juan 7:37-39), y al mismo tiempo nos lleva a nuevas dimensiones de alabanza, adoración y oración (Hechos 2:4; Efesios 5:18, 19; 6:18).

Jesucristo ¡ES! Quien Sana


¡La belleza de salud y fortaleza!

Como el Señor Resucitado, Jesucristo vive hoy brindándonos Su ternura, misericordia y compasión ante nuestro dolor y aflicción, tal como lo hizo durante Su ministerio terrenal. Por cuanto El es eternamente el mismo en Su amor y poder, continúa sanando al enfermo en respuesta a la oración del creyente (Hebreos 13:8; Hechos 10:38). Así como el Antiguo Testamento profetizó que el Mesías proveería la esperanza de salud y promesa, en la misma forma El traería salvación y perdón (Isaías 53:5). Nosotros también contamos con el recurso de sanidad y ministerio milagroso de Jesucristo expresado en el Nuevo Testamento (Mateo 8:16; Santiago 5:14, 15).

Jesucristo ¡ES! El Salvador


¡La belleza de la sublime gracia!

Jesucristo es el regalo del Dios Padre para todo aquel que Lo recibe (Juan 3:16); un Salvador de todo pecado (nuestros fracasos, nuestras vergüenzas) y un Libertador de toda atadura (temores que nos atormentan o hábitos que nos incapacitan). Su gran salvación fluye de la Cruz donde El murió; dando Su vida para pagar la condena de nuestros pecados (Romanos 6:23), y derramando Su sangre para brindar el perdón completo y gratuito al alma arrepentida (Efesios 1:7; 2:8) Luego, resucitó de entre los muertos, demostrando mediante Su poderosa Resurrección, la realidad de Su Triunfo y la fuerza de Su Poder para dar vida eterna a cada uno de nosotros que creemos en El. (Juan 11:25, 26; 14:6).

miércoles, 7 de mayo de 2008

Los símbolos cuadrangulares

Los símbolos o emblemas de la Iglesia Cuadrangular expresan sus doctrinas basadas en las Sagradas Escrituras, son "cosas visibles que intentan representar cosas invisibles":
La Cruz representa la salvación
La Paloma representa el Espíritu Santo.
La Copa representa la sanidad divina
La Corona representa la segunda venida de Jesucristo

Los colores cuadrangulares, expresados en la bandera cuadrangular, son los siguientes:

  • Rojo: Representa la sangre preciosa de nuestro Salvador.
  • Amarillo: Representa el fuego del Espíritu Santo.
  • Azul: Es el color del cielo, representa la sanidad divina.
  • Morado: Representa la majestad de nuestro Señor.