![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjp-nom3ADMbyJulkHysJBDljYEAlsDfmnUV0avNy0uQ_0vcr3BpU2lJL3BnSGHbsZ9TISfvN5kfS3SWbYYmii3Jau7Hpaww7kWDh68eDScxzALTgvF9ncae9lUEcDq5CmyN6BPcUNIwEY/s320/cojo.jpg)
¡La belleza de salud y fortaleza!
Como el Señor Resucitado, Jesucristo vive hoy brindándonos Su ternura, misericordia y compasión ante nuestro dolor y aflicción, tal como lo hizo durante Su ministerio terrenal. Por cuanto El es eternamente el mismo en Su amor y poder, continúa sanando al enfermo en respuesta a la oración del creyente (Hebreos 13:8; Hechos 10:38). Así como el Antiguo Testamento profetizó que el Mesías proveería la esperanza de salud y promesa, en la misma forma El traería salvación y perdón (Isaías 53:5). Nosotros también contamos con el recurso de sanidad y ministerio milagroso de Jesucristo expresado en el Nuevo Testamento (Mateo 8:16; Santiago 5:14, 15).
No hay comentarios:
Publicar un comentario